Cuando una pareja o una mujer recurren a una clínica de reproducción y son diagnosticadas con algún problema de infertilidad, se abre un mundo totalmente nuevo ante ellas.
Es cierto que, lo que para nosotros es algo cotidiano e, incluso coloquial, no siempre resulta fácil de entender. Toda una serie de nuevos conceptos, términos y técnicas que, de no ser bien explicadas y entendidas, puede generar una sensación de ansiedad o nerviosismo en la mujer y en la pareja que en la mayoría de las ocasiones es totalmente innecesario.
En este sentido, la primera visita en AISH es muy importante justamente por este aspecto. En esta primera visita siempre buscamos establecer un vínculo de confianza entre nuestro equipo y las pacientes. Un entorno de seguridad y tranquilidad en la que podáis resolver, además, todas vuestras dudas para salir de la clínica con la mayor tranquilidad posible.
Para nuestro artículo de hoy hemos intentado recopilar las principales preguntas que muchas de vosotras nos hacéis en esas primeras consultas y darles una respuesta de la manera más sencilla.
A continuación, respondemos a estas preguntas y os aclaramos algunos de los conceptos más frecuentes relacionados con la reproducción asistida. Y recordad que, si tenéis cualquier otra pregunta, podéis escribirnos y os responderemos lo antes posible.
¿Cuándo se recomienda a una pareja recurrir a una clínica de reproducción asistida?
Muchas veces, la respuesta a esta pregunta tiene que ver con la edad de la pareja, especialmente de la mujer.
Por lo general, cuando una pareja lleva 12 meses buscando el embarazo, es momento de ponerse en manos de un especialista para diagnosticar si existe algún problema relacionado con la fertilidad de alguno de los miembros de la pareja.
Sin embargo, cuando la pareja es mayor de 35 años, este tiempo de espera no debe exceder los 6 meses. Además, en el caso de una pareja con antecedentes genéticos o casos de abortos frecuentes, aunque sean menores de 35 años, también deben visitar una clínica transcurridos 6 meses.
¿Qué diferencia hay entre esterilidad e infertilidad?
Una de las primeras confusiones de muchos pacientes tiene lugar entre los términos esterilidad e infertilidad, cuando no son en absoluto lo mismo.
Cuando nos referimos a esterilidad hablamos de la incapacidad de conseguir un embarazo después de un tiempo y sin usar ningún tipo de método anticonceptivo.
En cambio, hablamos de infertilidad cuando ese embarazo no se desarrolla de manera correcta por lo que no se produce el nacimiento del bebé. En este caso, puede deberse a problemas de infertilidad masculina, problemas asociados a la mujer o incluso que ambos miembros de la pareja presenten algún problema incompatible con llevar el embarazo a buen término.
¿Por qué la edad de la mujer es un factor decisivo en la búsqueda del embarazo?
Uno de los principales problemas al que nos enfrentamos en nuestras consultas es la edad de la mujer.
Siempre es importante destacar que, según avanza la edad de la mujer, tanto la cantidad de óvulos como su calidad empiezan a disminuir.
Así, podemos afirmar que, a partir de los 35 años, especialmente la calidad de los óvulos empieza a decrecer por lo que cada vez es más difícil lograr el embarazo de forma natural. Este descenso empieza a ser muy pronunciado alrededor de los 37 años y crítico llegados los 40 años.
A partir de esta edad, además, también aumenta el riesgo de que los embriones presenten algún tipo de alteración genética con el riesgo que ello conlleva.
¿Es lo mismo la Inseminación Artificial (IA) que un tratamiento de Fecundación in Vitro (FIV)?
Aunque son dos conceptos que, a veces se confunden, son dos tratamientos muy diferentes.
La Inseminación Artificial (IA) es un tratamiento sencillo, incluso similar a la propia reproducción humana en cierto modo. En este caso, el tratamiento consiste en introducir una muestra del semen de la pareja (o de una donante si no la tuviere) previamente analizada y seleccionada, en el interior del útero de la mujer mediante una cánula a la espera de que se logre la fecundación. Se recomienda especialmente en casos sencillos en los que el pronóstico reproductivo tanto de la mujer como del hombre es bueno.
Por otro lado, la Fecundación in Vitro (FIV) consiste en la fecundación en nuestro laboratorio de los óvulos previamente extraídos a la paciente con la muestra de semen de su pareja o de un donante anónimo. Estos embriones se desarrollan en los incubadores de nuestro laboratorio hasta que alcanzan el nivel de desarrollo adecuado para ser analizados y seleccionados para transferirlos a la paciente.
Este tratamiento, además, requiere cierta dosis de medicación para estimular la producción de óvulos, por un lado, y la receptividad del endometrio de cara a la transferencia por otro.
¿Puede una paciente elegir qué tipo de tratamiento prefiere?
Cuando una pareja lleva un tiempo buscando el embarazo sin resultado y acuden a AISH para diagnosticar el motivo por el que no llega ese embarazo, siempre insistimos en la importancia de realizar un estudio de la fertilidad a ambos miembros de la pareja.
En base a los resultados de estas pruebas, es el especialista el que debe determinar cuál es el tratamiento con mayores opciones de lograr el tratamiento.
Recordad que, aunque todos los tratamientos tienen como objetivo lograr el embarazo, cada uno tiene un nivel de complejidad y está orientado a un tipo de paciente en función de los resultados de todas las pruebas y de su historial.
¿Puede la pareja elegir el sexo del bebé en los tratamientos de reproducción asistida?
En este caso la respuesta es no. Según establece la propio de española de reproducción asistida, en España no es posible seleccionar el sexo del bebé, de igual manera que establece que la donación, en el caso de sonantes de óvulos o de semen, es totalmente anónima.
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