Durante el mes de junio tuvo lugar la conmemoración del mes de la infertilidad con el objetivo de visibilizar y normalizar una situación que afecta, según los datos publicados por la Organización Mundial de la Salud a 1 de cada 6 parejas en edad reproductiva.

Desde la Unidad de Reproducción AISH, durante este pasado mes, tratamos de poner nuestro grano de arena hablando sobre las principales causas de infertilidad en la actualidad, explicaros la importancia que tiene para las mujeres conocer y, sobre todo, ser conscientes de que, según pasan los años, sus opciones de lograr el embarazo de forma natural disminuyen, e incluso informar sobre la preservación de la fertilidad para todas aquellas mujeres que sepan que quieren ser madres pero que, por motivos personales o laborales, deban postergar el momento.

En relación a lo anterior, todavía hoy, es frecuente que asociemos la infertilidad a problemas que afectan a la mujer. ¿Queréis saber cuál es la realidad? Al menos, en base a nuestra experiencia en la clínica, los casos en los que diagnosticamos los problemas que dan origen a que no llegue el embarazo en los hombres es muy parejo a los casos en los que la infertilidad es de origen femenino.

¿Significa esto que se ha producido un aumento de los casos de infertilidad masculina en los últimos años?

Os lo explicamos a continuación.

¿Cuáles son las principales causas de infertilidad masculina?

Vamos a empezar por el principio. Cuando nos referimos a la infertilidad masculina, sabemos que, por ejemplo, los hábitos de vida son un motivo fundamental que puede afectar de forma muy significativa.  Una vida saludable suele ser sinónimo, en general, de una buena salud reproductiva salvo que encontremos algún problema fisiológico o alguna patología que pueda afectar.

Además, en los últimos años, cada vez encontramos más estudios que demuestran que existe una relación directa entre la exposición a los contaminantes o a tóxicos y una mala calidad seminal.

Al margen de esto, si hablamos de patologías o problemas que pueden afectar, encontramos los siguientes:

• Alteraciones en las hormonas masculinas: pueden producir algún fallo en el organismo que afecta a la producción de las hormonas que regulan el correcto desarrollo de los órganos sexuales masculinos.
• Patologías que afecten a la salud reproductiva de los hombres: nos referimos a patologías, por ejemplo, localizadas en los testículos y que, impiden la correcta producción de esperma.
• Obstrucciones que dificulten el camino de los espermatozoides hacia la uretra.
• Alteraciones en los espermatozoides: en este caso, estas alteraciones suelen afectar bien a la morfología o a la movilidad de los espermatozoides.

¿Influye la edad en la calidad del semen?

Como hemos mencionado antes, la edad es un factor definitivo en las mujeres cuando hablamos de fertilidad. Según avanzan los años, la producción de óvulos es cada vez menor y, lo que es más importante, el descenso en la calidad de los mismos es más pronunciado.

En el caso de los hombres, es cierto que la producción de espermatozoides es mucho más prolongada. Se estima que la vida fértil del hombre es plena, por así decirlo, hasta los 45-50 años.

Es cierto, y es un tema que cada vez se trata más en el ámbito científico, que, a partir de esa edad, es cada vez más frecuente encontrar problemas en los espermatozoides que puedan provocar alteraciones en su ADN y, por tanto, hacer inviables a los embriones o que puedan provocar alteraciones graves en el feto.

Cuando hablamos de problemas que afecten a los posibles embriones, es importante destacar que, aunque consigamos la fecundación, estos embriones serán de peor calidad con probabilidades altas de no llegar al 5º día de desarrollo, momento en el que se analizan y seleccionan los de mayor calidad para transferir a la paciente, o incluso puedan aumentar los riesgos de fallo de implantación y aborto involuntario.

¿Es posible prevenir la infertilidad masculina?

Al principio del artículo hemos comentado que uno de los principales problemas relacionados con la fertilidad en el caso de los hombres reside en su propio estilo de vida y los hábitos que tenga adquiridos.

Por tanto, respondiendo a la pregunta, muchas veces, un cambio de vida o de hábitos es muy favorable para mejorar los resultados.

En este sentido, siempre recomendamos que, cuando una pareja se decide a buscar el embarazo o comienza la planificación del mismo, mantenga una dieta lo más equilibrada y saludable posible, así como que evite el alcohol, el tabaco y cualquier sustancia nociva que pueda ser perjudicial.

De igual forma, el estrés es un enemigo tanto para nuestra salud en general como para nuestra salud reproductiva pudiendo afectar incluso a la calidad del semen. Mantener los niveles de estrés a raya, por ejemplo, con la práctica de ejercicio de forma habitual, es totalmente beneficioso.