Cuando pensamos en enfermedades de transmisión sexual (ETS), seguro que nos vienen nombres como el VIH, la clamidia o la gonorrea.
Sin embargo, hay una infección mucho más común, y a menudo silenciosa, que puede tener consecuencias importantes, además, para nuestra salud reproductiva: el Virus del Papiloma Humano (VPH).
Desde la Unidad de Reproducción AISH vamos a hablar sobre esta infección, mucho más común de lo que podemos imaginar, de cómo se transmite, cómo se puede prevenir y, sobre todo, de su relación con los problemas de fertilidad, tanto en hombres como en mujeres.
¿Qué es el Virus del Papiloma Humano (VPH)?
El Virus del Papiloma Humano, en su definición más literal, es un grupo de más de 200 virus relacionados entre sí que se transmiten principalmente a través del contacto sexual —ya sea vaginal, anal u oral— o incluso por contacto piel con piel en la zona genital.
Existen dos grandes grupos:
- VPH de bajo riesgo, que puede causar lesiones no cancerosas como verrugas genitales.
- VPH de alto riesgo, que tiene potencial para causar cáncer, especialmente el cáncer de cuello uterino, que es el tercero más común en mujeres a nivel mundial.
El contagio se ve favorecido por factores como el inicio temprano de las relaciones sexuales, tener múltiples parejas sexuales o mantener relaciones sin protección.
Aunque el preservativo reduce el riesgo de transmisión, no ofrece una protección total, ya que no cubre toda el área genital. También se ha observado que la circuncisión en los hombres puede disminuir la probabilidad de contagio.
¿Cómo saber si tengo Virus del Papiloma Humano?
Uno de los aspectos más complejos del VPH es que, en la mayoría de los casos, no presenta síntomas.
Se estima que una gran parte de las mujeres y hombres sexualmente activos se infectará en algún momento, y en muchos casos ni siquiera lo sabrán. La infección suele resolverse espontáneamente gracias al sistema inmunológico, sin dejar rastro.
Sin embargo, cuando sí hay síntomas, lo más frecuente es la aparición de verrugas genitales, aunque también pueden salir en los pies, manos o, incluso, en la cara.
Para detectarlo, existen pruebas específicas:
- En mujeres, el test de VPH se suele realizar junto con la citología a partir de los 30 años. Si ambas pruebas son negativas, pueden repetirse cada cinco años.
- En caso de resultado positivo con citología normal, se realiza un seguimiento más estrecho o pruebas complementarias como la biopsia.
¿Puede afectar el VPH a la fertilidad?
Aunque el Virus del Papiloma Humano (VPH) por sí solo no causa infertilidad en mujeres, su presencia puede ir acompañada de otras infecciones de transmisión sexual —como la clamidia— que sí pueden afectar a las trompas de Falopio y dificultar el embarazo natural.
Por otro lado, si la infección deriva en lesiones persistentes en el cuello del útero que requieren tratamientos quirúrgicos, puede verse alterada la funcionalidad cervical, aumentando el riesgo de complicaciones durante el embarazo, como parto prematuro.
En los hombres, se ha observado que el VPH puede tener un impacto negativo sobre la calidad seminal, afectando a aspectos como la motilidad y la morfología de los espermatozoides. Aunque se sigue investigando esta relación, ya hay estudios que sugieren una posible repercusión en la fertilidad masculina.
¿Cuál es la relación del Virus del Papiloma Humano con el cáncer de cuello de útero?
El VPH es el principal causante del cáncer de cuello uterino.
El virus puede penetrar en las células del epitelio cervical y provocar lesiones que, con el tiempo, pueden convertirse en cáncer. Afortunadamente, en el 90% de los casos el virus permanece inactivo o desaparece, sin provocar ningún daño, gracias a la respuesta inmunitaria del organismo.
¿Cómo podemos prevenirlo?
Desde 2006, la vacuna contra el VPH forma parte del calendario vacunal en España y se administra a niñas y niños en torno a los 12-13 años, antes del inicio de las relaciones sexuales.
Pero incluso si ya se ha iniciado la vida sexual, la vacunación sigue siendo recomendable hasta los 45 años.
Otras formas de reducir el riesgo de contagio son:
- Uso de preservativos (aunque no protegen al 100%)
- Reducción del número de parejas sexuales
- Revisión ginecológica periódica
- Test de detección en el caso de mujeres mayores de 30 años o con antecedentes
En la Unidad de Reproducción AISH, te recomendamos realizar controles periódicos y consultar con nuestro equipo si tienes dudas sobre tu fertilidad o si te han diagnosticado VPH y estás buscando embarazo.
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