Seguro que en muchas ocasiones nos habéis oído hablar de la importancia que tiene para las parejas la planificación de su maternidad. Conocer el estado de su fertilidad, la posibilidad de preservar óvulos para poder utilizarlos incluso después del primer hijo, o las diferentes opciones reproductivas actuales, nos ayudan a poder formar la familia que tantas veces hemos soñado.
Cuántas de vosotras habéis imaginado si querías una parejita, sobre si el padre prefería un niño o una niña, sobre el nombre que les pondríais….
Pero, de igual manera que planificamos nuestra maternidad, también hay parejas que deciden, por decirlo así, “poner fin a sus opciones reproductivas”, con métodos anticonceptivos permanentes como la ligadura de trompas en el caso de las mujeres o la vasectomía en el caso de los hombres.
Sin embargo, a lo largo de todas las etapas de nuestra vida pueden producirse cambios en nuestras circunstancias personales, nuevas etapas o incluso una nueva relación de pareja, que pueden hacernos replantear esta decisión y desear un nuevo embarazo.
Y aquí llega la pregunta. ¿Podré volver a ser madre después de una ligadura de trompas?
Os lo explicamos.
¿En qué consiste una ligadura de trompas y cómo evitan el embarazo?
Las trompas de Falopio son los conductos que conectan los ovarios con el útero. En ellas se produce la fecundación, es decir, la unión entre el óvulo y el espermatozoide que da origen a un embrión.
La ligadura de trompas consiste en obstruir estos conductos para impedir que la fecundación tenga lugar. Se trata de un procedimiento quirúrgico relativamente sencillo que ofrece una de las mayores eficacias como método anticonceptivo permanente.
Es importante señalar que este procedimiento afecta únicamente a las trompas, pero no interfiere en la funcionalidad del útero ni de los ovarios, a menos que existan problemas adicionales relacionados con la ovulación.
Asimismo, la ligadura no influye en la cantidad ni en la calidad de los óvulos, que dependen exclusivamente de la edad de la mujer.
Tratamientos de Fecundación in Vitro (FIV) para revertir los efectos de la ligadura de trompas
¿Sabías que los tratamientos de Fecundación in Vitro se idearon para poder lograr el embarazo de las mujeres que se habían sometido a la ligadura de Trompas?
Dicho esto, es fácil imaginar que cabe la posibilidad de ser madre a pesar de la ligadura. Eso sí, para ello deberemos recurrir a las clínicas de reproducción asistida donde caben dos opciones que nos permiten lograr de nuevo un embarazo:
- Recanalización de las trompas:
A través de una pequeña cirugía se pretende reconectar de nuevo entre sí los extremos de las trompas para permitir nuevamente el paso de los óvulos y los espermatozoides.
Esto posibilitará la fecundación de forma natural. Sin embargo, es crucial entender que esta intervención no garantiza por completo el éxito, ya que la funcionalidad de las trompas puede no recuperarse de manera absoluta por el paso de los años.
- Fecundación in Vitro (FIV):
Los tratamientos de Fecundación in Vitro (FIV) obtienen mejores resultados en la búsqueda del embarazo ya que no dependen de la funcionalidad o estado de las de las trompas de Falopio.
En este caso, los óvulos se extraen directamente de los ovarios después de una estimulación controlada, se fecundan en laboratorio con una muestra de semen de su pareja (o de un donante anónimo si fuera necesario) y se transfieren al útero con el objetivo de lograr el embarazo.
El factor edad: un elemento determinante
La calidad de los óvulos juega un papel crucial en las posibilidades de éxito para lograr un embarazo.
Con el paso del tiempo, la reserva ovárica y la calidad de los óvulos disminuyen. Muchas mujeres que se someten a una ligadura de trompas lo hacen después de haber completado su planificación familiar, lo que suele coincidir con una edad más avanzada.
Por ello, no es lo mismo intentar un embarazo después de una ligadura de trompas a los 35 años que hacerlo a los 40 o 41 años. Este factor puede influir significativamente en las posibilidades de éxito, tanto si se opta por la microcirugía como por la fecundación in vitro.
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