El aumento de los casos de infertilidad son una realidad. De hecho, según la propia Organización Mundial de la Salud, se estima que 1 de cada 6 parejas tienen dificultades para lograr su embarazo.
Como sabéis, y os hemos insistido en diversas ocasiones, con el objetivo de que las mujeres y parejas tomen conciencia de que la edad no es un factor que juegue a su favor, uno de los principales problemas a los que hacemos frente en las consultas y que impiden el embarazo, es la pérdida de calidad en los ovocitos según van pasando los años.
Pero no es el único motivo. Factores médicos, ginecológicos o, por ejemplo, inmunológicos pueden crear dificultades para concebir.
Sin embargo, algo sobre lo que en muchas ocasiones no se presta tanta atención es sobre cómo el estilo de vida de una persona puede influir tanto en sus opciones de lograr el embarazo como en el desarrollo del mismo.
¿Cómo influye nuestro estilo de vida en nuestras opciones de lograr el embarazo?
Cuando hablamos de nuestro estilo de vida, no caigamos en el error de pensar solo en nuestro ritmo de vida, en si tenemos una vida social muy atareada o si no somos de esas personas a las que nos gusta no parar en todo el día.
Cuando hablamos de estilo de vida debemos ir más allá. Todo es importante para mantener a nuestro organismo en su mejor forma. Lo que comemos, lo que dormimos, cuando “cuidamos” de nuestro cuerpo… todo es importante para encontrarnos en perfecto estado y, como hemos mencionado, influye a la hora de lograr el embarazo. ¡Os contamos los motivos!
- El cuidado de la alimentación:
Mantener una dieta y una alimentación saludable y equilibrada es esencial no sólo para prevenir enfermedades, por ejemplo, también para ayudar a mantener nuestros niveles de fertilidad.
El exceso de peso se atribuye a problemas de infertilidad, ya que empeoran la calidad tanto de los óvulos como de los espermatozoides y, por tanto, pueden generar problemas para lograr el embarazo y hacer que aumente el riesgo de aborto espontáneo.
En este sentido, mantener una dieta en la que no falten como base de las mismas la verdura y la fruta es esencial ya que, además, mejoran tanto la respuesta ovárica como la calidad del esperma.
- Practicar deporte de forma habitual:
El deporte nos ayuda a que nuestro organismo y nuestra salud cardiovascular se muestren en forma. Además, cuando llega el deseado embarazo, estar en forma permite que nuestro cuerpo se encuentre mucho mejor preparado para los cambios que va a sufrir e incluso para el momento del parto.
No debemos olvidar tampoco que el deporte es una excelente manera de combatir el estrés.
Así pues, cuando una pareja está buscando el embarazo, es muy aconsejable que se practique ejercicio de forma regular. No son necesarios ni grandes entrenamientos ni ejercicios que nos requieran mucho. Basta con pasear una hora 4 o 5 días a la semana o practicar algo de footing de manera muy relajada.
- Evita el estrés a toda costa:
A muchas personas, el estilo de vida actual les genera ciertos niveles de ansiedad nada recomendables. El estrés es, hoy en día, un factor que influye de manera muy negativa en nuestro organismo y que debemos aprender a controlar o evitar en la medida de lo posible.
De hecho, niveles altos de estrés se relacionan con problemas de hormonación que pueden afectar tanto a las mujeres en su ciclo ovárico como en la producción y calidad de los espermatozoides en los hombres.
Además, desde un punto de vista emocional, el estrés es un gran enemigo de nuestra estabilidad, incluso pudiendo crear mayor sensación de frustración cuando no llega el embarazo, por lo que, si es necesario, podemos recurrir a las clínicas para que nos ayuden a gestionar y canalizar estos momentos de estrés elevado.
- Influencia de los factores ambientales en la fertilidad masculina:
Son cada vez más los estudios que abogan porque una exposición prolongada tanto a la contaminación como a metales pesados u otros factores ambientales se relacionan con problemas de fertilidad en el factor masculino.
Esto, sin duda, nos explica cómo en los últimos años los casos que vemos en las consultas en los que el problema se asocia al factor masculino es completamente igual a los casos en los que relacionamos los problemas con la propia mujer.
¿Cuándo debemos visitar a un especialista en infertilidad?
Como hemos mencionado al comenzar este artículo, la propia OMS define ya la infertilidad como una enfermedad. Para ello, considera que se puede hablar de infertilidad cuando una pareja, en circunstancias normales, lleva 12 meses manteniendo relaciones sexuales sin ningún anticonceptivo y no ha logrado el embarazo.
Desde las clínicas de reproducción asistida, insistimos en este plazo de 12 meses cuando ningún miembro de la pareja supere los 35 años de edad.
En el caso de que superen esta edad, es aconsejable que el plazo se reduzca a los 6 meses.
En los casos en los que los miembros de la pareja tengan más de 40 años, antecedentes de abortos recurrentes o factores genéticos, la recomendación es visitar a un centro de reproducción asistida cuanto antes para ayudarles a lograr el embarazo y el nacimiento del bebé sano.
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