A pesar de la similitud en sus nombres, la endometriosis y la endometritis son dos patologías completamente distintas, con causas, síntomas y tratamientos muy diferentes.
Es cierto que ambas afectan al endometrio, es decir, el tejido que recubre el interior del útero y donde se implanta el embrión para dar comienzo al embarazo, pero de manera completamente distinta.
Con motivo del mes de la visibilidad de la endometriosis, es probable que escuchéis más de lo habitual cualquiera de los dos términos, incluso que si utilizáis los motores de búsqueda en internet os aparezcan ambas patologías, por lo que es buena idea saber en qué consiste cada una de ellas y cuáles son sus principales diferencias para no caer en el error de confundirlas.
¡Os lo explicamos!
¿Qué es la endometriosis y cuáles son sus principales síntomas?
La endometriosis es una enfermedad que se caracteriza porque el tejido propio del endometrio crece fuera de sitio haciéndolo, generalmente, en lugares como el útero, los ovarios o las trompas de Falopio.
Las causas de que esto suceda son, a día de hoy desconocidas y no existe un tratamiento definitivo que elimine la enfermedad. A pesar de esto, es importante mencionar que se trata de una enfermedad de carácter benigno.
El principal síntoma que padecen las mujeres con endometriosis es el dolor agudo, que pueda incluso llegar a ser crónico, y que, por el desconocimiento que aún hay en muchas mujeres sobre la enfermedad, se confunde con el dolor propio de la menstruación cuando en absoluto son lo mismo.
Al margen de este dolor, que en muchos casos llega hasta a ser incapacitante para la mujer, también hay otros síntomas que podemos relacionar con la endometriosis como el sangrado abundante, el dolor durante las relaciones sexuales, algunos problemas digestivos como hinchazón o estreñimiento, y dificultad para conseguir el embarazo como veremos más adelante.
Sobre su tratamiento, lo más habitual es el tratamiento a base de analgésicos contra el dolor y la cirugía en los casos más graves, aunque no garantiza que después de la intervención no pueda volver a manifestarse pasado el tiempo.
¿Qué es la endometritis y en qué se diferencia de la endometriosis?
La endometritis es la inflamación del endometrio causada generalmente por una infección y que puede ocurrir en momentos como el postparto, después de haber sufrido un aborto o, por ejemplo, después de procedimientos médicos como biopsias o histeroscopias. También a consecuencia de infecciones de transmisión sexual (ITS).
Como veis, la endometritis y la endometriosis, a pesar de su nombre, no tienen nada que ver.
Lo mismo sucede con sus síntomas, muy diferentes de los que hemos asociado con la endometriosis.
De forma generalizada, asociamos a la endometritis síntomas como fiebre y malestar general, cierto dolor abdominal o pélvico, flujo vaginal con mal olor o detectar un sangrado anormal pasada la menstruación.
En el caso de la endometritis, el tratamiento más habitual consiste en la toma de antibióticos para tratar de eliminar la infección lo antes posible.
¿Afectan la endometriosis y la endometritis a la fertilidad de las mujeres?
Como hemos visto, la endometriosis y la endometritis, más allá de compartir similitud en el nombre, son dos patologías que no tienen nada que ver entre ellas, siendo, eso sí, las dos de carácter benigno.
En cuanto a su relación con la fertilidad de las mujeres, estamos ante dos enfermedades que pueden generar dificultades para lograr en el embarazo pero que no podemos decir que impidan lograr el embarazo incluso de forma natural.
Si nos centramos en la endometriosis, el crecimiento del tejido endometrial fuera de sitio, por ejemplo en los ovarios o en las trompas, pueden dar lugar a problemas de ovulación o impedir que los óvulos y espermatozoides realicen su recorrido normal hasta encontrarse y que pueda ser posible la fecundación. En estos casos, los tratamientos de Fecundación in Vitro (FIV) son una alternativa para lograr el embarazo.
Si hablamos de endometritis, esta inflamación del endometrio puede ser causa de que haya fallos en la implantación del embrión y que, por tanto, no sea viable el embarazo.
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