Antes de comenzar a describir el camino que han seguido las mujeres durante la historia, o los cambios de mentalidad en la sociedad que han posibilitado la incorporación de las mismas en el mercado laboral, antes de todo eso voy a decir que gracias a las técnicas de reproducción asistida hoy en día cualquier mujer, con o sin pareja, trabajadora o no, de mayor o menor edad, puede quedarse embarazada. Y lo digo así porque es una realidad.
Si por motivos laborales, que es lo que vamos a tratar de describir en esta entrada, una mujer pospone el tener un hijo, hoy en día existen soluciones:
- Si la edad no es avanzada (sobre los 37 años) y no hay otros problemas, inseminación artificial con semen de su pareja o de donante
- Si la edad no es avanzada y hay otros problemas, fecundación in vitro con semen de su pareja o donante
- Si la edad es avanzada y los óvulos no son de calidad, fecundación in vitro con óvulos donados y el semen igual que los anteriores puntos
- También existe la donación de embriones de otras parejas
- Y desde hace ya unos años, aquellas mujeres que piensen que puede que retrasen el querer ser madres o simplemente porque no les apetece serlo ahora, existe la opción de la preservación de la fertilidad. Consiste en la congelación de los óvulos. Lo que marca la importancia es la edad del óvulo y no del útero
A partir de 1984 la incorporación de la mujer al mercado laboral ha sido imparable, y cada vez más ocupando cargos y lugares de responsabilidad. En 1978 se produjo el nacimiento del primer niño “probeta”, Louis Brown (link); a partir de ahí, el camino seguido por las técnicas de reproducción asistida ha sido igual de meteórico que el de la mujer en el trabajo.
Esta incorporación laboral va estrechamente ligada a acabar con la desigualdad de género, y por fin las mujeres han conseguido ser igual de individuales que los hombres. Desde un punto de vista reproductivo se podría decir, que en la actualidad ninguna mujer necesita de un hombre para poder ser madre. Esto no ocurre para los hombres que, aunque recurran a la maternidad subrogada, ya la propia palabra lo dice: maternidad. Y no debiera esto convertirse en una competición porque, tanto hombres como mujeres, todos somos individuos con los mismos derechos y obligaciones.
Por tanto el concepto de familia ha ido también evolucionando y ahora nos encontramos con:
- Mamá y papá
- Mamá y mamá
- Súper mamá
Si nos fijamos en los tres tipos de familia coincide siempre una figura…
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